domingo, 18 de noviembre de 2012

Intervención desde el Trabajo Social en Contextos Organizacionales


La   definición del objeto de intervención siempre ha preocupado a diversos autores, académicos y estudiantes de Trabajo Social, quienes creen que el quehacer profesional no está del todo definido. Para quien esgrime estas líneas el objeto está en las coyunturas que se suscitan en el entramado de relaciones sociales que dan vida los hombres entre sí y los hombres en relación con su entorno. Esos son los contextos y espacios donde la intervención, desde el trabajo social es necesaria y relevante para motivar cambios en sujetos o realidades oprimidas por las macro-estructuras sociales.
El proceso de intervención debe ser un proceso pensado, que responde a un planteamiento desde una decisión político ideológica, en función de lo cual se estable un modelo, y una secuencia de pasos a seguir durante el proceso, vale decir, contextualiza también los aspectos metodológicos de la intervención.
De acuerdo con los planteamientos de Cazzaniga, (2006), la intervención en trabajo social, requiere entonces introducirnos en la compleja trama cultural y simbólica de los sujetos a fin de comprender la realidad en donde se suscita el evento de intervención, vale decir, comprender desde el relato de los sujetos la coyuntura que nace de las relaciones sociales entre los individuos y entre el individuo y su entorno, con la idea de alterar positivamente esa realidad.
Estos aspectos de la intervención son análogos con los procesos de intervención organizacional, en la medida que lo entendemos como un proceso en donde la idea es descubrir nuevos y mejores métodos para el proceso productivo, o para la entrega de servicios.
Burke (1988) señala que el cambio dentro de una organización tiene que;
  1. Responder a la necesidad real de cambio, sentida por el cliente.
  2. Incluir al cliente en la planeación y puesta en obra del cambio.
  3. Inducir el cambio en la cultura organizacional.  (p.10).
Un trabajador social que leyera a Burke (1988), y tomara sentido a los puntos que plantea respecto de cómo establecer el proceso de cambio, diría que tiene mucho que ver con un proceso de intervención social, en una realidad determinada donde hay un problema o una necesidad que ha sido identificada por los sujetos. Este proceso de intervención planificado desde una mirada situacional, donde el profesional motiva el cambio de una realidad en conjunto con los sujetos, es símil al Desarrollo Organizacional, donde el profesional de la disciplina ayuda a que los sujetos de intervención organizacional se ayuden a sí mismo. 
Desde el Trabajo Social introducirse en la intervención en organizaciones como agentes de cambio no es una idea descabellada, por cuanto la organización es un espacio más donde el hombre interactúa y se desenvuelve, así como lo hace en la familia, en la escuela, en su barrio, etc. Por lo tanto, ¿por qué el trabajo social desde su reflexión disciplinar y aportes a la intervención social ha de excluirse de la intervención en organizaciones?
El planteamiento de la interrogante anterior surge dada la poca bibliografía que existe en  la materia, y lo poco que se ahondan y problemática frente al tema. Lo común es escuchar, leer y hacer intervenciones a nivel individual, familiar y comunitario, ya sea por separado o en integral, articulando los tres niveles en una misma intervención, pero poco se habla entre los profesionales de la intervención del trabajo social en el desarrollo de organizaciones, desde la teoría organizacional, porque puede motivar y potenciar el desarrollo organizacional de una junta de vecinos por ejemplo, lo cual no quiere decir que exista intervención organizacional desde el trabajo social.
En base a lo anterior, es posible entonces dar respuesta a la pregunta inicial de este escrito, luego de la fundamentación desarrollada en los acápites anteriores, mirando el desarrollo organizacional desde la escuela de relaciones humanas, y las implicancias de esta teoría con la intervención del Trabajo Social.  Para el autor de este documento es competente la intervención desde el Trabajo Social en contextos organizacionales, desde los planteamientos de la teoría organizacional como teoría desde la que fundamenta la intervención el profesional, pues el trabajo social debe considerar aspectos epistemológicos, teóricos y metodológicos en su proceso de intervención. Por consiguiente el trabajador social es un profesional competente a la hora de planear un proceso de cambio en una organización, sea esta pública o privada. El trabajador tanto como empleado o bien como consultor externo en un proceso de intervención organizacional, puede cumplir un rol de agente de cambio, por cuanto en cualquier rol que cumpla dentro de una organización, puede motivar y propiciar de manera deliberada y planificada cambios en la conducta individual de los sujetos dentro de una organización, como también motivar cambios en la cultura organizacional. 

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